Oswaldo Verdugo ante la oportunidad de darle el boleto a los Leones al siguiente play-off
Por Esteban Cruz Obando
Por Esteban Cruz Obando
Tan cerca y tan lejos.
Así está la meta para los Leones de Yucatán.
La otra orilla del segundo play-off está en la mira de los melenudos.
La serie regresó a la cueva de los Tigres de Quintana Roo, en Cancún.
Pero para llegar a la ansiada clasificación a la siguiente etapa, los yucatecos necesitan tan sólo de una victoria, la cuarta, ante los bengalíes.
El sueño de la muy noble, leal y exigente afición yucateca es ver a su equipo en una final sureña y de la Liga Mexicana de verano por tercer año consecutivo.
¿Podrán ganar los Leones su cuarto banderín?
¿O al menos serán tricampeones de la Zona Sur?
Esperen un poco para saberlo. Paciencia.
El equipo de casa tiene ventaja de 3-2 en esta serie eliminatoria y el boleto para avanzar a la postemporada se ha reducido a un triunfo en los dos choques que faltan.
Si los locales ganan hoy se medirán a partir del sábado próximo a los Diablos Rojos del México en el Foro Sol de la capital del “smog”, pero si los bengalíes llegan a imponerse en esos dos encuentros restantes, entonces sus “primos” saldrán de vacaciones y ellos volverán a definir el título de la Zona Sur como ocurría hace unos cuantos ayeres de memorables batallas entre estos todavía “odiados” rivales.
El sinaloense Oswaldo Verdugo tendrá en su brazo derecho la gran oportunidad de confirmarse como el pítcher clave de las fieras yucatecas en los momentos de apremio.
Durante las dos últimas temporadas ha sido el lanzador que ha sacado varias veces de apuros a los “Reyes de la Selva” cuando éstos han pasado por malos momentos, por rachas de derrotas.
Hoy más que nunca tiene que sacar la casta que hizo de su padre Sóstenes Verdugo García, uno de los regulares serpentineros zurdos de aquellos Tigres de 1964, 65 y 67.
¿Podrá “Ozzie” con el paquete?
Terminó la temporada regular con un buen rendimiento de 11-2 después de un breve alto por una molestia en su delicada “herramienta” de trabajo.
Y desde que regresó a la actividad ha dado muestras fehacientes de una recuperación total, pero…
En el segundo juego de esta serie, en Cancún, Verdugo cometió dos veces el mismo error cuando enfrentó al zurdo Luis Mauricio Suárez, quien bateó dos jonrones, uno de ellos anulado por los umpires debido a la interferencia de un aficionado.
El segundo vuela cercas de Suárez fue en la quinta entrada cuando encontró la casa repleta y ese fue el batazo decisivo para que los Tigres nivelen la serie, 1-1.
Las fieras yucatecas remaron contra la corriente y en sus dos últimos turnos timbraron sus 3 carreras, pero resultaron insuficientes en la derrota de 3-4.
En play-offs no deben, no pueden haber equivocaciones. Y Verdugo tropezó con la misma piedra. ¿Acaso desobedeció las señas de Said Gutiérrez?
¿O es que ambos fallaron?
Sin embargo, creemos que esto debe quedar atrás.
Los errores son para corregirlos y seguramente Oswaldo, Said y todos los Leones aprendieron bien la lección. No debe haber repetición.
Por el lado de los quintanarroenses, Francisco Rivera saltará al cerrito con importante misión: vencer para mantener vivos a sus compañeros y con las esperanzas de rematar a sus rivales en un séptimo, definitivo, encuentro.
“Pancho” fue el ganador del enfrentamiento contra Verdugo, por lo que el alto mando de los rayados ha depositado toda su confianza en él.
Los timoneles Lino Rivera y Enrique Reyes preparan sus estrategias y están listos para hacer los ajustes necesarios.
El sexto juego de esta eliminatoria es de vencer o morir, no hay más.
Estamos listos para presenciar una de las batallas más duras entre estas escuadras que también se “odian”.
Esperamos que no aparezcan las broncas por tantos pelotazos innecesarios como inútiles y barridas duras para romper las dobles matanzas.
También deseamos que tanto Spike Lundberg, como el “drogo” de Jorge “Chato” Vázquez y el venerable vetarro de Matías “Coyote” Carrillo dejen de comportarse como patanes y se dediquen a jugar un béisbol honesto, de entrega.
Hay que ser humilde en la victoria y grande en la derrota.
¿O es que no lo saben?
A través de la historia hemos conocido a verdaderos, ejemplares beisbolistas que dejaron huella en su paso por los diamantes mexicanos.
Pero también vimos a los auténticos “gamberros” que recurren a prácticas ilícitas (antideportivas) para hacerse notar.
Hoy ganará y perderá un felino, ¿quién?
¡Ahh!, ojalá que los umpires cumplan con honestidad su trabajo y dejen de regar la sopa. Siguen dando muestras de una incapacidad intolerante.
¿Hasta cuándo don Plinio Escalante Bolio?
Son unos auténticos ineptos.
Cierren las puertas señores.
A ver de qué piel salen más correas.
Falta pocas horas para saberlo.
Hagan sus apuestas.De todos modos, la casa (LMBV) gana y nosotros también
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